Desde este cabo la parada siguiente es en la famosa Omaha Beach el lugar donde se dieron los más dramáticos momentos del desembarco. El ataque de artillería que la armada estadounidense lanzó contra la costa fue un fracaso total y las baterías alemanas quedaron intactas. Por ello, los soldados desembarcados se encontraron en una jungla de hierros, minas y alambre de espinos que era barrida constantemente por intenso y efectivo fuego graneado y de proyectiles. Hubo muchas bajas.
Un museo pequeño pero bien instalado sirve de ayuda para el visitante. Además, monolitos y esculturas en la playa sirven de recuerdo para la posteridad. De esas fechas se pueden ver en la playa unos enormes bloques de hormigón que sirvieron como puerto artificial para desembarcar todo el material necesario que se utilizaría durante la campaña una vez que fue tomada la playa. Esos bloques se pueden ver ensamblados en nuestra siguiente parada Arromanches.
Una preciosa villa marítima que nos recordó mucho a lugares como Lastres o Cudillero. Otro museo, ya cerrado por la hora que era, recuerda el desembarco. Los bloques de hierro y hormigón que permanecen unidos dan una idea mas clara de lo que fue el muelle de carga. Por poco no llegamos al cementerio americano de Colleville sur Mer donde reposan los resto de casi 9.500 soldados americanos caídos en los duros combates y que sirve de memoria para los visitantes que tenemos el honor de poder mostrar nuestros respetos ante tan valerosos hombres que cayeron luchando por la libertad. De igual manera existen cementerios ingleses, franceses, canadienses y alemanes por toda la zona. De allí fuimos a Longues sur Mer.
En esta población se encuentran las únicas baterías alemanas que aún conservan sus piezas artilleras de 150 mm. ubicadas en sus correspondientes casamatas. El día no daba para mas y nos fuimos a Caen a pasar lo que quedaba de tarde y disfrutar de una cena a basé de “fondue”.
No había mas jornadas para permanecer en Normandía por lo que el día 8 tuvimos que hacer el equipaje y después de despedirnos de nuestros anfitriones
nos dirigimos hacia el suroeste bajo fuerte lluvia con la primera parada en la ciudad de Saint Lo, otra de las que resultaron arrasadas por los intensos bombardeos aliados. La reconstrucción es total visitamos la catedral que estaba cerrada por lo que no pudimos ver el interior, no obstante eran notables las reconstrucciones sufridas por el edificio por lo que se le supone un interior también nuevo.
El destino fuerte del día era visitar la abadía de Mont San Michel, de camino hicimos una parada en el cementerio alemán de Mont d´ Huisnes donde reposan los restos de casi 12.000 soldados. Aquí se hace notable la diferencia entre vencedores y vencidos comparando el cementerio americano de Collevile sur Mer con este otro de Huisnes sur Mer más lóbrego. En total 100.000 alemanes perdieron la vida durante la operación Overlord una cifra más trágica aún considerando que se luchaba por una causa mas que perdida con el frente del este ya roto y los rusos avanzando a toda máquina hacía Berlín. El sacrificio hecho por estos valerosos hombres también es merecedor de respeto aunque no estemos de acuerdo con la causa por la que luchaban estoy seguro que la mayoría de ellos (al igual que los aliados) desconocían los auténticos motivos por lo que estaban allí.
Abandonada la 2ª segunda guerra mundial, presente por toda la región. Nos sumergimos en el pasado medieval de Normandía visitando la conocida abadía de Mont Saint Michel. Este lugar ha sido inspirador de libros, películas y hasta juegos de ordenador lo que nos puede dar una perspectiva (a veces equivocada) de lo que es el sitio. Toda la edificación de la abadía está cimentada en el propio peñasco donde se ubica, haciendo que la construcción se adapte a las formas de la roca dejando un interior laberíntico y una distribución un poco diferente a la habitual en otras abadías. El edificio principal y mas evidente (la abadía) está rodeado de otras construcciones que servían al abad de su tiempo considerando que en la época el abad era un señor feudal mas. La abadía gozaba de tierras, tenía su propia economía y jurisdicción siendo un ente independiente dentro del reino. En este lugar se puede ver claramente como era la estructura social y económica que funcionaba de modo común en todas las abadías de Europa para darnos una idea global de todo ello. La visita a la ciudadela intramuros es gratuita teniendo que pagar solo por ver la abadía. Una vez en el edificio principal se asciende una gran escalera para llegar a la terraza oeste con unas vistas magníficas a la ria y de allí se entra a la iglesia abacial, la visita sigue por el hermoso claustro y aún en la planta alta se llega al refectorio para bajar a la sala de huéspedes notables y una capilla con 8 gruesas columnas. La visita sigue por pasillos y escaleras hasta el “scriptorium” lugar donde se acaba la visita.
Una vez acabada la visita volvimos a la moto para dirigirnos a la capital bretona de Rennes que atravesamos de norte a sur ya que cerca de la población de Guichen estaba nuestro siguiente alojamiento, el Château de Bagatz. Una vez más nos recibieron como en casa dentro de un espléndido entorno rodeado de caballos, un lago y bosques.
El día 9 hicimos una ruta a sugerencia de una guía de viajes que nos facilitaron nuestros anfitriones. Esa ruta nos llevo trazando un gran círculo por la zona de Saint Just donde vimos los megalitos de Trehal y Cojoux el primero es un gran dolmen de corredor y el segundo dólmenes aislados.
Seguimos a la población de Redon con parada para un refrigerio para luego ir a la villa medieval de Rochefort en Terre donde uno se vuelve a sumergir en la época medieval dentro de un entorno urbano que aún conserva todo la estructura de mediados del pasado milenio.
Seguimos por la ciudad de Malestroit hasta Josseline con su famoso castillo propiedad de los duques de Rohan y que se puede visitar en ciertas fechas al año. Nosotros tuvimos suerte y pudimos entrar para ver cuadros con historia de la familia ducal además de mucho mobiliario de distintas épocas y variedad de menaje.
Dejando a un lado el aspecto histórico de las cosas nos dirigimos a un lugar de leyenda que es el bosque de Brocelaine lugar de muchos cuentos artúricos y donde se conserva la supuesta tumba del mago Merlín además de la fuente de la eterna juventud. Nuestra torpeza y mala orientación no nos permitió encontrar ninguno de estos fantásticos lugares pero nos pasamos un buen rato paseando por el bosque entre hojarasca y un laberinto de caminos. En todo caso vimos las fotos en un panel indicativo que estaba en el citado bosque y la tumba del famoso Merlín no es mas que un dolmen de corredor en un estado de conservación bastante malo.
No quedaba mucho tiempo de sol y volvimos a nuestro alojamiento temporal donde fuimos recibido como señores de castillo a pesar de llegar mas que a criados.
El día 10 era el último que nos quedaba antes de empezar el regreso a casa. Por ello fuimos en dirección opuesta a la frontera española para llegar a la costa norte de Bretaña. El camino nos llevó a parar en Combourg
plaza con castillo de propiedad privada que en esas fechas no estaba abierto al público por lo que callejeamos por el pueblo para seguir hacía el bonito pueblo de Dol de la Bretagne. A las afuera está el dolmen de Camp Dolent uno de los mas voluminosos de bretaña.
Llegados a la costa y por consejo de la dueña del hotel fuimos a Point Grouine
un bonito cabo a pesar del día gris que nos acompañó por lo que supongo que un día soleado estaría mucho mejor. De allí a la famosa ciudad amurallada de Saint Maló. Paseo de rigor por la muralla con presencia constante de fuertes en la costa. La amenaza que nos siguió durante el día se cumplió en el camino de vuelta cuando nos cogió una fuerte lluvia y con el calzado mas inadecuado para esta situación encima de una moto. Llegamos pingando con la clásica mojadura profunda que se coge cuando llueve en moto (una mas).
El sábado 11 de abril desayunamos con tranquilidad. Hasta ese momento habíamos hecho 2.350 km. por lo que el recorrido de 450 km. que teníamos previsto hacer ese día se nos antojaba bastante corto. Preparamos los bultos con calma y nos despedimos de nuestros anfitriones.
Salimos dirección sur con destino a Burdeos lugar al que llegamos a las 18:00 horas por habernos desviado de la ruta principal para pasar por La Rochelle, fue un error ya que la bonita costa del Pays de la Lorie estaba infestada por autocaravanas y coches con remolques que se dirigía a disfrutar de unos días de puente por motivo de ser festivo el lunes en el país galo. Llegados a Burdeos, otra vez con lluvia, nos alojamos, cenamos y descansamos.
El día 12 solo teníamos una cosa por hacer. Volver a casa. Y eso hicimos. Ruta hacia la frontera con Hendaya con primera parada en el área de descanso de Bidart (última con gasolinera antes de llegar a España) de allí seguimos para parar en Castrourdiales y desde allí hasta casa del tirón. Nos faltó muy poco para alcanzaros en vuestra ruta por la autopista entre Lieres y Oviedo pero no pudo ser. Llegamos a casa a las 19:45 horas con 3.450 km. encima.